En México actualmente coexisten dos sistemas de pensiones, uno que va de salida y otro que está vigente.
Las personas que trabajaron por primera vez en empresas de iniciativa privada, cotizando IMSS, antes del 1° de junio de 1997, tienen derecho a acceder a la pensión que otorga este instituto, cuya determinación tiene ciertas reglas en cuanto a edad mínima cumplida, tiempo mínimo trabajado (medido en semanas completas laboradas) y salario percibido durante los últimos 5 años de vida laboral. Estas personas pueden optar también por la pensión otorgada por la Afore, pero generalmente no les conviene y se les conoce como "trabajadores en transición". A este método de cálculo se le llama técnicamente como "Sistema de Beneficio Definido" porque la persona conocer con anticipación a su jubilación el "beneficio" que recibirá como pensión vitalicia, de acuerdo a las reglas ya comentadas, pero desconoce si el IMSS va creando reservas y será solvente para pagarle su pensión.
Las personas que trabajaron por primera vez en empresas de iniciativa privada, cotizando IMSS, a partir del del 1° de junio de 1997, solo tienen como alternativa acceso a la pensión que otorga su Afore, que, a pesar de tener reglas similares en cuanto a edad mínima y tiempo mínimo trabajado, generalmente resulta en cantidades mas bajas de pensión, pues el salario solo se toma como variable de referencia con el cual la persona, junto con su patrón y el gobierno, van ahorrando en la cuenta individual de la persona un porcentaje de dicho salario en cada pago recibido. Esto implica que en la cuenta individual se van acumulando las aportaciones, junto con los rendimientos, comisiones y retiros desde el primer día de vida laboral y hasta el momento en que la persona pasa a la etapa de retiro. En ese momento se calcula con estadísticas de actuarios, la cantidad ($$) que la persona puede recibir cada mes, de forma vitalicia, que le alcanza con el saldo que se acumuló en su cuenta individual. A este método de cálculo se le llama técnicamente como "Sistema de Contribución Definida" porque la persona conoce lo que va aportando (contribuyendo) a su cuenta individual en cada pago que recibe, pero desconoce cuánto dinero va a lograr acumular durante su vida laboral y cuál será la cantidad de pensión que podrá recibir con ese ahorro.
Como verás, ambos sistemas son muy distintos y otorgan a los trabajadores montos de pensión sustancialmente distintos, por lo que yo recomiendo siempre lo siguiente:
1. Tener muy claro y con anticipación suficiente ¿cuál de los dos métodos me aplica?
2. Con base en el nivel de vida que actualmente tengo y con el nivel de vida que me gustaría tener en mi etapa de adulto mayor ¿cuánto dinero es el que necesito recibir como pensión a partir del momento en que me jubile?
3. ¿La pensión que voy a recibir, ya sea por el IMSS o por la Afore, serán suficiente para mantener el nivel de vida que consideré en la pregunta anterior?
4. Si mi respuesta es no, ¿que estrategias tengo a mi alcance para que, desde hoy, pueda incidir en ese resultado y logre mejorarlo?
5. Si a mi me aplican las reglas para la pensión del IMSS pero hoy no soy trabajador activo de la iniciativa privada, y no estoy cotizando ¿que estrategias tengo a mi alcance para recuperar y aprovechar ese beneficio y conseguir obtener la pensión a que tengo derecho?
Con mucho gusto te puedo ayudar a responder estas preguntas para ti y otras dudas que sobre el tema te puedan surgir. Búscame en ruben.ojeda@oyas.mx, en el cel (55)5438.1675 o regístrate para participar en la plática que daremos sobre este tema próximamente.
Ruben Ojeda
www.oyas.mx
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